domingo, 10 de junio de 2007

Mujeres, jefas de familia

Tradicionalmente, en la mujer han recaído las tareas asociadas con las labores domésticas, la crianza y educación de los hijos.En la actualidad, un gran número de mujeres ha ampliado su presencia en otras instancias de responsabilidad, incluida la función de proveedora de ingresos, incrementando con ello el número de hogares con mujeres como jefe de familia.

Desafortunadamente, el incremento de esos hogares no ha redundado en una distribución más equitativa de las tareas y responsabilidades domésticas y laborales entre ambos sexos; ni ha repercutido favorablemente en el nivel de vida de esos hogares, en la mayoría de los casos.

Las fuentes de información estadística parten de reconocer "un jefe por hogar", quien por ello se convierte en el punto de referencia para definir el parentesco del resto de los miembros de la familia. Diversos estudios señalan la importancia de abordar el análisis de los hogares partiendo de las características sociodemográficas del jefe, pues es innegable que, en gran medida, somos lo que nuestro hogar es y, más aún, somos lo que el Jefe de nuestra familia es. Por ello, en el caso de hogares con jefatura femenina, resulta de particular importancia destacar las características del jefe (socioeconómicas, demográficas y de género) para conocer en que condiciones viven esos hogares y en qué medida se debe a la inequidad en el desarrollo de la mujer en nuestra sociedad.

En Venezuela se celebró originalmente "El Día de la Madre " el 24 de mayo de 1921 en Valencia. Esta celebración fue una iniciativa del Dr. Jesús María Arcay, presidente de una asociación llamada "Caridad y Concordia". Posteriormente, 82 Concejos Municipales de toda Venezuela decretaron por igual esta celebración, hasta que en el año 1924 una ley del Congreso Nacional decretaba la celebración anual, en todo el territorio Nacional de "el día de las tres madres". Esta celebración, poco a poco fue adaptándose a las festividades internacionales y perdió su nombre original.

Es propicio recordar el origen de la celebración del Día de la Madre, para hacer un análisis sobre el papel que como jefe de familia le corresponde asumir a una gran mayoría de mujeres en nuestra sociedad. Este rol protagónico que conlleva a asumir obligaciones materiales y morales, en el rol educativo, de formar hijos y ciudadanos dignos, con capacidad de servirle a la sociedad y con una misión de trabajo y lucha por la vida.

Ser madre no es fácil, requiere una gran capacidad de planificación, de dominar los sentimientos, de saber dosificar la protección e influencias para que los hijos desarrollen su propia personalidad dentro de los parámetros de la correcta moral y buenas costumbres. Ser madre es más que dar a luz, es el ser columna vertebral de una sociedad en constante deterioro. Es estar conscientes que nos corresponde como guías de familia responsables de formar seres dignos, capaces y útiles a la sociedad.

En la actualidad, vivimos momentos en donde el derecho a ser madre tiene una latente amenaza del estado a usurpar ese rol que de por vida es legítimo de cada madre y nadie puede suplantar. Somos las madres quienes tenemos la responsabilidad de guiar a los hijos por el transitar por la vida de manera digna, con valores y principios. La sociedad carente de modelos, hostil por demás, necesita puntos de apoyo y directrices en donde la responsabilidad materna es garantía indispensable de formación.

Cada una de nosotras, en el medio que se desenvuelve, tiene una particular responsabilidad en el tema. Asumámosla con la importancia que tiene. Que no seamos juzgadas por omitir nuestra participación, sino por la amplitud de ella

LITERATURA Y PERIODISMO: GENEROS DE UNA MISMA ESPECIE

No se si estaré en un gran error al afirmar que el medio de comunicación que llega a más cantidad de gente ya sea por la facilidad para conseguir el instrumento que llega a ella, como la cantidad de gente que tiene la posibilidad de poder escucharla, es decir, tanto letrados como iletrados que en el Perú son muchos. Sin embargo estas grandes ventajas cojean de un mismo pie y es el desvanecimiento al poco de tiempo de lo que se escucha, pues a pesar de la repetición de las noticias después de un lapso, la memoria no es infalible y esa; es la desventaja ante el vicioso arte de escribir.

Sin embargo, aquellos que tuvieron la dicha de saber que letra es cual, gozan de una amplia gama en el mundo de diferentes géneros literarios se pueden llegar a satisfacer la mirada a medidas inexplicables, tales como el que acompaña al periodismo a formar el hibrido (como muchos las llaman) desde hace mucho tiempo visto pero hasta ahora no exactamente definido; algunos lo llaman literatura periodística, otros, periodismo literario, nuevo periodismo, y por citar un ejemplo la obra de Capote: “A Sangre Fría”, esta gran combinación es llamada novela de no ficción ( ¿Pero dónde queda la esencia de la novela?).

Sin embargo, autores de algún realce no han tomado a este gran dúo como un mero acompañamiento sino como la contribución de uno a la perfección del otro, es decir, afirman que el periodismo llega a conseguir perfección en el momento que se combina con la literatura, es más, lo llaman arte y al que lo practica, artística. Entonces convendría preguntarse si el periodismo en esencia nunca llegaría a ser perfecto, y si la validez de los contenidos, la originalidad de los hechos de la realidad retratados y el trabajo investigativo puede ser un arte o un esbozo de ello; y si después de analizar todo esto, es entonces la literatura el único atuendo de belleza sintáctica que puede vestir el periodismo.

¿De que manera se podría conocer el origen de la unión del periodismo y la literatura (tomados como dos materias diferentes dentro de un mismo campo estructural)? Pues algunos sostienen que tanto periodismo y literatura son como el agua y el aceite, no se mezclan, pero puede llegar a estar juntos en un mismo lugar, son de estado líquido; el periodismo pueden estar juntos en un mismo escritos y son funciones de la palabra; es pues cuando podríamos concluir en la definición que una haya nacido de la otra; pongámonos que la literatura sea una rama del periodismo la cual fue descubierta en el afán de perfeccionamiento del periodismo, o también que el periodismo haya sido descubierto en el momento que la literatura no conforme con su poder creativo, tomo la realidad como materia de trabajo para alcanzar un grado verosímil, y así el periodismo haya sido descubierto; que junto a la belleza sintáctica formen el género por mucho tiempo esperado.

Es en este momento cuando me atrevo a formular una pregunta: ¿Es el periodismo y la literatura dos género totalmente excluyentes?. Sin contar que son funciones de la palabra, cabría decir que la literatura y el periodismo, visto es su esencia participativa, tiene la imagen de una mujer belleza y de un hombre serio, despectivamente, y que su unión para crear el genero utópico, formarían claramente un hibrido poco reconocido a primera vista; esta símil con la concepción que el escritor – literato privilegia lo estético (mujer bella) y el escritor – periodista, la brevedad y la formalidad en el escrito (hombre serio).

Es en la actualidad cuando encontramos en muchos escritos de renombrados artísticas, escritores – literatos, estilos que son difíciles de diferencias con los que practican el buen periodismo, cada día aumenta y es casi imposible separar la temática de literatos y periodistas en sus trabajos, salvo que el escritor de libros siempre le está permitido convertirlo todo en ficción, pero como observamos claramente los estudiantes de ciencias de la comunicación este estilo de los literatos ya superó esta barrera.

No importa lo que digan otros autores, muchos periodistas al igual que yo algún día siempre estarán con el resentimiento por la afirmación de que el periodismo nunca ha podido llegar a la perfección sino es con la presencia de la literatura; es que acaso ¿el periodismo como género unitario nunca alcanzó la perfección con sus características propias? o es que por influencia de los nuevos tiempos y la tecnología el periodismo estuvo obligado a compartir su existencia con la literatura para originar un genero mas sofisticado y así poder recorrer no solo infinitas paginas de libros, sino también sitios web en infinitos idiomas. Y se puede llegar a pensar también que en una civilización más avanzada la literatura y el periodismo no serán suficientes para satisfacer las mentes mas exquisitas sino que necesitaran una tercera para poder alcanzar algo más que la perfección; o tal vez que en ese tiempo donde exista algo más avanzado que la tecnología, la literatura y el periodismo se ven obligados a separarse y así poder demarcar las diferencias y las características que hacen de los géneros mismos escrituras ricas en detalles y propósitos.
Esperemos pues que aquellos tiempos lleguen y que tanto el periodismo y la literatura sean dos géneros que contribuyan que tanto escritores – literatos como escritores – periodistas realicen su labor con las subjetividad y objetividad, respectivamente, que los caracteriza, el primero rebalzando los limites de la imaginación del mortal con capacidad infinita y el otro contribuyendo a la cultura y opinión e informando con un periodista que realiza la investigación científica la realiza.

lunes, 28 de mayo de 2007